martes, 18 de enero de 2011

Concurso A Nice Style

Buenos días!
Os traigo una buena noticia: A nice style está de sorteo. Se trata de esta adorable Hannah, ataviada con una capa y un reloj de bolsillo. Un modelo bastante original y precioso que puede ser tuyo.

¿Qué tengo que hacer?
Muy sencillo, solamente con dejar un comentario en el post
(pincha en el enlace) puede ser tuya. En él no olvidéis escribir vuestro correo electrónico. No hace falta ser seguidora del blog, pero os recomiendo que os hagáis para no perder de vista a esta criatura.
Tenéis de plazo hasta el 21 de enero. El lunes 24 se realizará un sorteo a través de la web Sortea2.
¡¡Mucha suerte a todos!!

PD: Animáos también los chicos, puede ser un gran regalo para hermana, madre o novia.

lunes, 3 de enero de 2011

Mis personajes femeninos preferidos

Amelie: Inocencia Si hay un personaje que puede despertar tanta ternura y sentimientos positivos ésa es Amèlie.
En su más sincero altruismo se dedica a hacer felices a los demás (algo similar a la filosofía de Cadena de Favores, solo que aquí ella es quien los realiza), intentando con ello llenar el vacío existencial en su corazón debido a su extraña infancia solitaria.

Amèlie es uno de los personajes que más gusta. Por su inocencia optimista ("se puede cambiar el mundo"), su alta determinación para conseguir su objetivo ("hacer felices a los demás") y por que le da ese toque original, creativo y bello a todo lo que hace.

Cierto es que no hay nada que llene más el corazón que hacer felices a los demás. Es una filosofía que comparto, no hay nada que otorgue más felicidad que hacer cosas por los que quieres (o por desconocidos) por el mero placer de hacerlo, sin esperar nada a cambio.

Si todos tuviésemos algo de Amèlie no habría crisis, ni paro, ni hambre, ni maldad en el mundo.

Su fragilidad despierta una ternura incomparable. Como una muñeca de cristal que teme vivir su propia vida, y prefiere quedarse inmóvil observando cómo hace felices a los demás en lugar de arriesgarse a poderse ver resquebrajada.
Scully (The X-files): Sensatez
Aunque es contratada para espiar al agente Mulder, ya en el primer capítulo vemos la complicidad entre ambos personajes.

Scully es altamente racional e inteligente, tiene sólidas hipótesis para todo lo que ocurre. Es formal y responsable, hasta el punto tal de hacer de su trabajo su vida.

Scully es además una caja de pandora. Es capaz de dominar altamente sus emociones, de hacer que su cerebro domine completamente su corazón. No necesita mostrar a su compañero sus sentimientos, puesto que a ella le llena simplemente esa relación de amistad basada en el respeto y en la confianza ciega, así como en la creencia de que ambos están solos ante el mundo.

Scully no se precipita. Scully espera, no por miedo, sino porque ya tiene todo previamente analizado.


Me gusta Scully por su "Poker Face", no deja entrever a su compañero lo que siente por él, quizá por miedo a estropear la amistad tan pura entre ambos, o quizá porque al ser una persona tan inteligente sabe que lo mejor es dejar que la relación se madure con el tiempo, dejando que la fe ciega y confianza plena fructifiquen en el amor verdadero. Para ella sólo existe Mulder, y para él, ella. ¿Puede haber algo más romántico?

Esa alta dedicación, esa fuerza de voluntad, determinación, proactividad, introversión, serenidad , temple y raciocinio hacen de Scully uno de mis personajes preferidos.

Kate (Lost): Introversión

Kate es uno de los personajes más complicados que he visto en mi vida. Por un lado, es buena persona y siempre es voluntaria a la hora de ayudar. Por otro, tiene un sórdido pasado oculto.

Lo que me gusta de Kate es su capacidad para aislar su sufrimiento (su mundo interior) de lo que le rodea (mundo exterior), dejando entrever esta operación con su característico gesto de fruncir el ceño.

Y cuando no puede dominar la situación, huye lejos. Coge su objeto más preciado, el anclaje con su lado amable, y corre lejos de allí.

Una vez una persona muy cercana me dijo que todos llevamos nuestra "cruz" en la vida. Lo que mide nuestra grandeza como personas es nuestra manera de llevarla a la espalda.

Huir no es muy honorable, pero sin embargo muy sincero. No hay nada más humano que el miedo. ¿Quién no ha tenido ganas de enganchar la mochila y huir a la otra punta del mundo para empezar de cero cuando las cosas no han ido bien?. Por eso, por su humanidad, por no pretender ser una superheroína, sino simplemente humana, con sus miedos, pesares, sufrimientos y temores, Kate está en esta lista.

Joan (Mad Men): Sensualidad
Declarada recientemente la mujer más sexy del planeta, esto no ha estado lejos de controversias. ¿Cómo puede ser que una mujer lejos de la talla 38 despierte tantas pasiones? Parece ser que el canon de la belleza no es tán férreo (y tan dictador) como hasta hace unos años. Una mujer con curvas se ha instaurado como uno de los cuerpos más bellos del mundo.

Joan es en Mad Men un personaje sobresaliente, una mujer sexy de armas tomar. Sabe cómo hay que tratar a los hombres: misteriosa, insinuante, pícara, atractiva. Toma sus recursos como mujer y los explota al máximo. Pero ante todo es una mujer astuta: sabe cómo tratar a la gente. Y siempre consigue lo que quiere.

Por su picardía, astucia, sensualidad, don de gentes, soy admiradora de este personaje, que deja boquiabiertos a los espectadores cada vez que sale en pantalla. Es una caja de sorpresas: ¡hasta sabe tocar con gracia y desparpajo el organillo!. Vamos, una mujer que vale millones. Que se desbanca de lo establecido, creando nuevas reglas: no ha renunciado a su cuerpo al no encontrar diseñador que se atreva a zurcirle un vestido. Y esta convicción ha provocado que ahora todos quieran tenerla como musa. Bravo Joan, gran revés para las Ana y Mia. Y por tanto, un logro para la mujer.

Carrie (Sex & The City): Naturalidad
Aunque no tenga rostro de ángel ni se le pueda llamar belleza, lo cierto es que ilumina a su paso. Tiene una simpatía y un carisma tan abrumador que despierta la admiración de mujeres en todo el mundo. Es la personificación del sueño americano femenino: ropa de marca, escritora de éxito, gran amiga de sus amigas, en constante búsqueda del amor...


Sookie (True Blood): Inconformismo
En medio de un ambiente social donde los vampiros ganan terreno en la consecución de sus derechos, Sookie, una chica de pueblo, con apariencia de no tener más de dos dedos de frente, se va a convertir en una de las mayores defensoras de los mismos.

Valiente y progresista, lucha contra los prejuicios que hay en torno a los vampiros con ironía

La alta concentración que requiere el dominio de su don le hace parecer al mundo como una tonta camarera rubia estúpida, pero lo cierto es que Sookie es inteligente y no se deja someter a habladurías ni rumores. Hace lo que cree que es lo correcto sin dejarse influir por nadie.

En sus gustos, Sookie sorprende al espectador pues adora todo aquello que es inversamente proporcional a su aspecto físico -dulce e inocente- y a su modo de vestir -infantiles vestidos de flores, puntillas...-: Sookie es cañera, dura, jamás agacha la cabeza ante un reto. Por eso, encuentra en un vampiro su mejor compañero en la vida -y en la cama-.

Karen (Californication): Benevolencia
Karen es la musa de Hank Moodie, un escritor de éxito con talento innato, que sin embargo no es capaz de escribir palabra alguna si no está a su lado.

Karen es arquitecto, señal de su personalidad racional y organizada. Es madre de una preadolescente que pasa por diversas etapas complicadas. Es liberal en tanto su relación con su hija y con el padre de la misma, mostrando resquicios de lo que una vez fue: una rockera tan alocada que era casi neurótica, en el buen sentido. Combina la responsabilidad de madre ejemplar con tatuajes y señales de rockera-liberal con una simetría que no podía ser fruto de una mente que no fuese ingeniera.

Esquiva con gracia los cortejos de Hank, con toneladas de sentido del humor, cuando otras hubiesen sucumbido a sus encantos mucho antes (y de hecho así ocurre con todos sus demás ligues). Es esa forma de mirarla a través de los ojos de Hank Moodie lo que me hace incluirla en la lista: él la considera la mujer por excelencia, Eva, la pureza y feminidad llevada al extremo, vista como madre ejemplar. Tiene un tacto y una forma de hablar de ella que a muchas despierta algo de envidia interior. No hay forma más caballerosa de tratar a una dama, aunque Hank, una vez detrás de otra, la fastidie. Aunque ella siempre encuentra alguna excusa para perdonar.

En Karen se personifica la visión que tienen los hombres de la madre de sus hijos: ¿Y qué puede haber más bello que eso a fin de cuentas?

El secreto de Carrie Bradshaw

He de confesar que me he apuntado tarde al fenómeno de Sexo en Nueva York. Primero, porque me parecía, desde la ignorancia, demasiado frío y superficial para mí. Segundo, porque me muestro reticente a devorar comedias americanas, cuyo sentido del humor no llega a cuajarme. Pero esta vez me equivoqué.

Carrie Bradshaw supuso en los 90 una auténtica revolución en el mundo de la moda: su estilo, atrevido y personal, mezclaba con gracia y, por qué no decirlo, unas veces más que otras, acertadamente, prendas que de por sí cualquier asistente de moda habría descartado. A veces era como mezclar agua y aceite: y ahí estaba Carrie, conjuntándolos con naturalidad y esbozando una tremenda sonrisa que dejaban claro que esta mujer no necesita halagos, pues ella es en sí un piropo. Y no es que se la pueda incluir en las listas de las mujeres más bellas del planeta, sin embargo su embriagadora naturalidad y simpatía innata la dotan de un atractivo que muchas bellezas de Hollywood quisieran. Parece que en la incansable búsqueda de la belleza y en el afán por aparecer en las portadas de revistas como las más envidiadas o las mejor vestidas se han olvidado por el camino lo más importante: ser ellas mismas.

Sin embargo no quiero hablaros de su vertiente más fashion, sino la que verdaderamente ha despertado mi interés y que ya se puede dislucir entre líneas en párrafos anteriores. El secreto de su éxito. El por qué lo que Carrie - o Sarah- toca se convierte en oro para mujeres de todo el mundo.

Acabo de ver por tercera vez -o cuarta, quinta...- Sex and the City "The Movie", donde Carrie da por fin el sí quiero después de un tremendo lío de romances donde siempre se mantenía erguida su piedra angular, el amor de su vida, Mr. Big. Visto a sí a simple vista, la típica película que mi chico me hubiese propuesto ver un domingo por la tarde, creyéndome ávida en comedias románticas, como el resto de chicas. Y eso, queridas amigas, no va conmigo.

Sin embargo es el trasfondo de lo que Carrie nos intenta decir desde un primer momento lo que realmente me ha enganchado y me ha hecho postrar ante sus pies (quizá he estado un poco exagerada con esta afirmación). Es en esencia lo que ha querido transmitir desde siempre.

Y es que el éxito, carisma, simpatía, atractivo de una persona, ese aura cegador, reside en mostrarse al mundo tal cual se es, sin ningún ápice de vergüenza. Mostrar las virtudes y defectos por igual, sin necesidad de esconder los segundos a la sombra de los primeros. Porque ambos son igual de importantes. Cuando se encuentra esa divina proporción es cuando nace el personaje de Carrie. O el personaje de Samantha. De Charlotte. O Miranda. O de cualquier mujer del mundo que la hace única.

Acabo de leer una dura crítica hacia las fans de Carrie que no deja de estar acertada. No hay nada más cutre que creerse Carrie en una ciudad de interior, en pretender vestir de marca cuando con suerte se es mileurista -y cuando no, se está en el paro-, en quedar todos los días en ir a comer a restaurantes caros porque lo más "in" es no querer -o saber- cocinar.
Esta visión no deja de quedarse un poco corta. No se trata de ser Carrie: sino en tomar su valentía para ser una tal cual es y mostrarlo con orgullo. Y esto ocurre también en Sexo en Nueva York con las relaciones humanas: es inútil intentar meter tanta variedad de personas en el saco de los solteros y los casados. Se pierde la unicidad de la fórmula de cada personalidad, que es redundantemente irrepetible.

Así que he de decir dos cosas a Carrie: 1, me has calado finalmente y 2, yo sí que te he pillado.
Y no quiero ser Carrie, sino ser todavía más yo.